domingo, 26 de junio de 2016

Cuando el ángel decida volver

"Lo importante era la venganza y recobrar el trono." Ya lo cronificó Shakespeare en Macbeth. Y fiel a su autor más internacional, la picara Inglaterra enfrenta a su generación más mayor y conservadora, anulando las expectativas, anhelos de su generación más joven preparada y con más amplitud de miras. Cuan insano hay que ser para enfrentar a tus propios vecinos, sin tapujos, en un despiadado encontronazo.

 La pérfida británica que aspira a dejar de ser Gran Bretaña para quedarse en la Pequeña Inglaterra, sigue la estela de Macbeth, hay que vengarse aunque sea de tu propio vecino o tú misma familia, pero hay que vengarse, aunque no haya motivo, y se olviden las prebendas y facilidades que la vieja Europa ha tenido con los británicos, que aún no consigo saber por qué. Era una broma! Mascullan desde las islas entre gintonics y resaca de mentiras nacionalistas con afectos naftalinados, ante la seriedad escocesa, irlandesa y de los saxones hartos de estupidez gratuita. Y así les luce pelo.

 No dudo que no nos quedaremos atrás: la corrupción no se tendrá en cuenta a la hora de votar, no se castigará la impericia, ni la risotada en nuestra cara de partidos políticos que muy preocupado por "los problemas de los españoles" ha sido incapaz de entenderse para crear gobierno y trabajar de verdad para al menos esconder las vergüenzas de esta democracia prostituida en despotismo ilustrado, que se pierde en estulticias territoriales y fruslerías de postín para esquivar las balas de los problemas serios, graves y reales. Así nos luce el pelo.

 Para terminar la caterva de eslóganes políticos , se promulga el caciquismo actual, jueces al servicio de la política, la vida al servicio de la política para prorrogar la mierda. Montesquieu debe de estar a carcajadas ante nuestra jodienda.

 Al final, no habra música de bienvenida,
 esfumada la esperanza y apagadas las colillas,
cuando el ángel decida volver.
 Nos verá contando hasta tres, justo antes de emprender la huida, tomaremos el fracaso como punto de partida y el amor como dogma de fe, (Aunque jodidos que nos pille cantando)