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lunes, 27 de mayo de 2013

Carta abierta a los políticos

Supongo, que si a estas alturas su propio hijo le preguntase sobre el por qué decidió dedicarse a la política, no le temblara la voz en mentirle y decir que fué un proyecto para servir al pueblo. Igualmente, creo, que no debe de costarle cerrar los ojos y dormir cada noche a sabiendas que su trabajo lo podría hacer cualquiera y que quizás, lo  haría mejor, cualquiera con más cualificación que usted.

Igualmente, supongo que debe usted de tener una mente muy selectiva y conformista; selectiva para por un lado poder no pensar en las tropelías y malas gestiones que están haciendo, y por otro lado, ser capaz de conformar su conciencia a no hacer más ni hacerlo mejor.

Sin embargo, con la corta experiencia que nuestro país atesora en la democracia, el ejercicio político en España, se ha convertido en un ejercicio magno de despotismo ilustrado al mas puro estilo de la monarquía francesa que provocó la Revolución Francesa:"todo para el pueblo pero sin el pueblo". Y es que efectivamente, han creado una casta social, que ajena a las realidades sociales, le resbalan la crudeza que ahora mismo se encuentra en las calles. No sólo se han contentado de un acto parlamentario de nivel de patio de colegio, con la coletilla "y tu más", si no que han hecho el ridículo frente a instituciones Europeas, no han sabido resolver trapos sucios sin que estos trascendieran, pero además se han pensado de algún tipo de categoría superior, donde ajenos a la crisis que todo lo invade, no han tenido la decencia de adecuar su remuneración, como si han hecho con todos los españoles. 

Ha de tenerse mucha desvergüenza y mucho cretinismo, para encumbrarse en personas relevantes. Y es que se piensan que por haber sido puestos a dedo en carteras ministeriales o en asientos parlamentarios o diputados, ya son gente importante que hay que escuchar y seguir a pies juntillas, cualquier cosa que digan y hagan. Me parece que el termino de "sus señorías" se les queda grande.

Se les ha olvidado que la política no es un cargo, pero una responsabilidad. De hecho habría que reconsiderar la remuneración de la clase política, creo que si sólo se dedicasen a tal menester gente realmente convencida en su afán político, sin percibir sueldo alguno (pero el sustento que su trabajo anterior les brindase), tendríamos una política mucho mas honesta y veraz. Cabe destacar, que sus cargos de responsabilidad, nombrados igualmente con igual criterio, han resultado ser técnicos que no asesoran, consejeros que no aconsejan, asesores que no saben que tienen entre manos, eso si, ninguno ha dejado de cobrar una sola mensualidad (pagas extras inclusive). Tal despilfarro, tanta inutilidad, debiera de ser penada.

Se les ha olvidado que la politica, persigue el servicio AL pueblo, y no el servicio DEL pueblo. Huelgan ya muchos años desde que los vasallos presentaban sus respetos al rey. Sin embargo, me sigue sorprendiendo esos aires de grandeza, y aún empinando su nariz sobre los demás, se piensan que ese postureo les dignifica, cuando solo deja a relucir su prostituida vergüenza tapada de grandes palabras. 

Se les han olvidado tantas cosas que el enjambre político actual, esta corrupto y obsoleto. Tanto, que habría que empezar de cero otra vez. No sin antes, depurar responsabilidades, cueste el tiempo que cueste (nunca es tarde si la dicha es buena), de todos y cada uno que ha percibido, consentido, escuchado, colaborado, compinchado, permitido, metido en sobres, cualquier acto de corrupción en cualquiera de sus formas. 

Por su culpa, muchas familias se están rompiendo, los mas afortunados pueden permitirse emigrar. Lo que si está claro, es que no han sabido acometer su tarea (y de ser igual de poco eficientes en nuestros quehaceres muchos ya estaríamos en la cárcel), ni tan siquiera han cumplido el juramento que profesan cuando toman posesión de su cargo; para cumplir la constitución antes hay que conocerla. 

Por su culpa, no hemos avanzando NADA en 20 años. Seguimos con los contratos precarios, con el acto del "por favor, solo por esta vez", seguimos con el agua al cuello, con tropelías de mala remuneración, descobertura de derechos sociales fundamentales, seguimos con la manipulación de los medios estatales de comunicación y la censura voraz sobre los datos oficiales. Por su culpa, los enfermos dependientes dejan de serlo porque mueren, se escinden unidades familiares, se rompen relaciones, cae mas gente en el hambre y la pobreza. Mientras ustedes ansían el dolce far niente que les espera al culmen de su época de parlamentarios. 

No les perdono, el desprecio hacia el trabajo juvenil, ni que no sepan aprovechar el potencial científico español, que con desdén, casi con ignorancia infantil no teman al expolio de países extranjeros que hacen de profesionales españoles. En otros tiempos, Pepe era un obrero sin cuantificación, que a pesar de eso encontró su sitio en Alemania, donde estuvo trabajando 20 años. Hoy Pepe es Licenciado Universitario habla 2 idiomas y tiene dos masters. Y a ustedes no se les cae la cara al suelo ni lagrima por la mejilla, cuando Pepe, se va a servir a otros países, los cuales rentabilizaran la excelente formación costeada desde las arcas españolas. 

No sólo obligan a Pepe, a mi hermano, a su novia a emigrar, pero condenan a que nuestros padres no puedan tenernos cerca mientras se hacen mayores y nos necesitan cada día más. No nos permiten cuidar de los nuestros cuando se hagan mayores y nos necesiten, ni nos dejan cuidar a nuestros enfermos dependientes como se merecen. Ni yo, ni mi madre seguramente, les perdonaremos jamás que tengamos que vivir el envejecer, a miles de kilometros de distancia. Todo, porque ustedes no han hecho lo que prometieron hacer (nuestros padres y familiares, si fueron ejemplares trabajadores, excelentes ciudadanos, y cumplidores fiscales; no se merecen este abandono forzoso)

Váyanse, váyanse todos. En acto de ejercicio de responsabilidad, si aún les queda algo de dignidad, abandonen su puesto. Vuelvan a su trabajo anterior, dejen que nuevas ideas, savias y aires ocupen los puestos de dirección y gestión. Con un poco de suerte y con este escarmiento reciente, podremos votar en consecuencia y tomarnos el ejercicio democrático más en serio. 

Ahora lo que es absolutamente evidente, es que sus descaros, y su estulticia, sobran en este país. Son, lo primero a erradicar y recortar. Antes de que su necedad nos deje sin salud ni educación; Vayánse.

jueves, 22 de noviembre de 2012

De la Revolución de las Batas Blancas

Me dirijo a usted, usuario legítimo de la sanidad pública. Con el debido respeto y a sabiendas de su completo derecho a usar estos servicios garantizado por la constitución española, permítame explicarle esta revolución de las batas blancas.
Ya desde septiembre, y en plena fiebre del recorte, se propusieron una serie de medidas destinadas, a paliar una gestión sanitaria discutible (concretamente la 21 de 25 a nivel europeo), a modo de grosero resúmen:

-desproveyeron de asistencia, al senegalés que vende pañuelos en el semáforo del barrio por inmigrante e ilegal.
- desfinanciaron fármacos con dudoso criterio, dejando sin embargo otras cochinaditas bajo financiación aún habiendose demostrado que carecen de evidencia científica.
- le negaron asistencia sanitaria a gente como mi hermano: arquitecto recién terminado sin haber podido trabajar previamente (menos mal qu esta medida luego se la pensaron).
- a muchos nos hicieron contratos mensuales, o trimestrales los mas afortunados en cuantía de 50% (es decir que para cotizar un mes de desempleo, tenía que trabajar dos meses), y a pesar del apellido percentual, hicimos mas guardias que nadie, para luego terminar en la calle sin miras ninguna de futuro profesional claro.
- empezaron a dejar en manos de compañías privadas centros hospitalarios de manera dudosa sin ofrecer dichos centros a concurso.
- disminuyeron los contratos de personal eventual al 75% (obviamente cada vez mas las plantillas son de eventuales, puesto que el estado es incapaz de convocar oposiciones).
- despidos en masa de sanitarios: médicos, enferemeria, auxiliares y celadores
- clausura de centros sanitarios
- supresión de pagas extraordinarias
- disminución del sueldo y aumento de las horas de trabajo.

Bien es cierto, que en estos días inciertos, sobrevivir se ha convertido en un arte. Pero convendrán conmigo que a nadie le gusta, que le obliguen trabajar igual o más por menos dinero además de retirarle todo aliciente extra.
Convendrán igualmente que, la cesión de la sanidad pública a manos de entidades privadas, es un acto cuanto menos dudoso, y cuanto mas, ilegal.

Por todo esto, y otras tropelías que no atañen demasiado al usuario, todos los sanitarios nos hemos volcado a la calle en múltiples ocasiones en las últimas semanas; unas veces, como ciudadanos para protestar contra los recortes y blasfemias en las esferas de lo social y el bienestar, y otras veces como profesionales de la salud para poner el punto de atención en una gestión que traerá nefastas consecuencias.

Sepan, que nos preocupa muchísimo su salud, y que nadie mejor que nosotros, los de fonendo al cuello diario, para saber que hace falta para poder desempeñar un trabajo en condiciones dignas, para que ustedes, usuarios de la sanidad pública tengan toda la atención que merecen. Es evidente que no pretendemos ser heroes, ni bienhechores del bien mundial, pero como ustedes, pretendemos sacar adelante nuestro trabajo de la manera que sabemos; con honestidad, con tesón y con esfuerzo.

Sepan que si esperan mucho en urgencias, o no les llaman para la operación que están esperando, o su médico sólo puede hacerle la visita domiciliaria a partir de las 14h, no es porque no quiera, no es porque sea un vago (que haberlos, haylos), si no en la mayoria de los casos, es porque trabaja en condiciones de precariedad, y si sale el trabajo adelante es por un gran esfuerzo personal de sus sanitarios, cuya finalidad es la de hacer el trabajo lo mejor posible.

Es por ello, estimado ciudadano que me dirijo a usted. No tiene sentido esta revuelta, si no contamos con su beneplácito, con su colaboración. Es usted la pieza angular de la asistencia médica. Y es SU sanidad pública, la que a usted pertenece por derecho y por ley, la que está amenazada de caer en manos que expoliadores, que tratarán con términos economicistas su salud.

Salga a la calle, UNASE A LA REVOLUCION DE LAS BATAS BLANCAS, es el momento de estar al lado de su médico, de su enfermera, de sus sanitarios, no por ellos, ni por la sanidad, SI NO POR USTED SU FUTURO y EL DE SU FAMILIA, defienda SU sanidad pública. Que no se la arrebaten ni la precaricen.